Bad time on saturday

Abstract

Aquella ocasión en que don Carlos conoció a Plinio Sánchez le pareció que el buen humor del comerciante inundaba el lugar. Sánchez, obeso y bonachón, lo acogió con familiaridad excepcional sin reparar en su condición de forastero. Verlo ahora tendido bocabajo en el barro, exangüe y grotesco, negaba todo lo que un día dio por sentado. Uno a uno reconocía en el camino a quienes llegaron a ser sus amigos, más que socios. Hubiera querido acomodar sus cuerpos, honrarlos, llorar por ellos; pero no quedaba lugar para la humanidad en ese mediodía de muerte.

https://doi.org/10.5281/zenodo.10473049
PDF (Español (España))
HTML (Español (España))
XML (Español (España))
VISOR (Español (España))
Creative Commons License

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

Copyright (c) 2024 Camilo Javier Velandia Arias

Downloads

Download data is not yet available.