Abstract
El profe Justo se caracterizó por ser único, distinto y singular, con una pedagogía per- sonalizada dentro y fuera del aula de clases, transmitía a sus estudiantes cordialidad, confianza y seguridad. Escuchar una clase de él, era remontarse a la época socrática, en la que el maestro enseñaba desde la oralidad, interrogando y conversando de forma amena; a partir de ello se generaban debates y reflexiones que permitían argumentar desde las propias lógicas. Las clases más que expositivas eran diálogos en los que se reafirmaban las competencias comunicativas y propositivas. Esa forma de enseñar lo acercaba a sus estudiantes, de tal manera que no había jerarquías, aunque si respeto.
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Copyright (c) 2021 Rosa Pacheco Núñez