Recorrido biográfico de un académico guajiro, Francisco Justo Pérez van-Leenden: una interpretación de su labor

Biographical journey of a Guajiro academician, Francisco Justo Pérez van-Leenden: an interpretation of his work

Jukuwa nünüliama’a wanee ekirajüi wayuu, Frncisco Juto Pérez van-Leenden: wanee ayaawanajawaa jüchi nü’yataala

 

 

El texto que se ofrece a continuación obedece a una investigación etnográfica realizada a partir de la vida de un reconocido maestro en La Guajira, Colombia. Entre los instrumentos que sirvieron para la recolección de información se destacan la entrevista semiestructurada, la observación participante, los diarios de campo, los conversatorios con familias, estudiantes, docentes y grupos sociales. Se recalca la importancia de esta obra, la cual puede servir como recurso de apoyo pedagógico y didáctico a la comunidad académica y cultural; asimismo, cómo la genealogía permite rastrear los orígenes de una persona, familia o comunidad a partir de establecer quienes fueron sus ancestros y de donde provenían, o sea que podemos decir que la genealogía estudia los progenitores y ascendientes de un individuo, como también su origen y evolución.

A continuación, la autora hace una reseña del libro referenciado, comienza diciendo:

Al fallecer el profesor Francisco Justo Pérez van-Leenden, sentí un inmenso compromiso conmigo misma, de escribir un libro lo más completo posible sobre su historia de vida. Lo pensé por un instante y tomé la decisión de asumir esta loable tarea e inmediatamente se lo comuniqué a la profesora Emilce Beatriz Sánchez Castellón, docente de tiempo completo de la Universidad de La Guajira, quien desde el momento que se lo expresé, me apoyó emocionalmente y aceptó de manera incondicional, la dirección de este trabajo. Emilce, amiga y compañera de faenas en Aa’in “Principio motor de vida” grupo de investigación que estuvo dirigido por muchos años por el maestro Francisco Justo, también es parte de la ‘escuela’ que de manera inconsciente anidó nuestro reconocido profesor Pérez.

Son varios los motivos por los cuales asumí esta gran responsabilidad: primero, porque Francisco Justo, tuvo la confianza de relatarme durante muchos años, historias de su niñez, anécdotas y episodios de su diario vivir; segundo, por sembrar en mí el interés por la investigación, la disciplina que esta labor requiere, por sus asesorías incondicionales y, tercero por el temor que sea olvidado, al pasar el tiempo. Soy consciente que, cuando se escribe sobre una persona, ésta podrá ser recordada, siempre, porque las generaciones venideras, podrán conocer su recorrido, sus principales aportes y las lecciones que se podrían extraer de sus vivencias.

El texto en mención, consta de 333 páginas de las cuales 242 constituyen el cuerpo de la obra, organizada en diez capítulos; la parte preliminar consta de: Agradecimientos, Contenido, Presentación, Prólogo e Introducción y la parte complementaria, de Referencias bibliografías, Apéndices y Anexos; está ilustrada con 199 fotografías, 28 tablas, 33 figuras y 124 citas a pie de página.

El capítulo 1. Cualidades físicas, personalidad y aficiones:  tiene en cuenta tres aspectos: Cualidades físicas, Personalidad y Aficiones. El primer aspecto, hace mención de sus características físicas que pueden percibirse a simple vista (color de la piel, cabello, forma del rostro, contextura, estatura, entre otros); el segundo, describe los rasgos esenciales de su personalidad, para lo cual se utilizaron varias técnicas, entre ellas la observación, la percepción, apoyándome en las semblanzas escritas por los docentes, investigadores, amigos, familiares, … publicadas en la Revista Entretextos N° 27, de la Universidad de La Guajira, de las cuales extracté frases inspiradas por quienes lo conocieron y trataron “el profesor Francisco Justo Pérez van-Leenden fue un ser excepcional, de principios sólidos, valores familiares, sensibilidad humana, un intelectual correcto; jocoso, con una manera extraordinaria de relacionarse. Sabía que los seres humanos son dignos de atención y respeto. Era disciplinado, recto y transparente y, especialmente amigo de sus amigos” y, el tercero, sus aficiones: la actividad que más practicaba con gusto y de forma recreativa fue el estudio y en ella estaban implícitas, otras, como la lectura, la investigación y por consiguiente el ejercicio escritural, otra de sus características, escuchar música, sin limitarse a un solo género musical, su gusto era diverso, amplio, navegaba en el mar de estilos y formas; podían ser boleros, baladas, vallenata, llanera y también de otros países como Cuba y México.

El capítulo 2. Hilos genealógicos: en este capítulo, nos sumergimos en su mundo consanguíneo, para poder establecer esos hilos que sirvieron para tejer parte de su historia de vida. Se tuvo en cuenta tres aspectos: Ascendientes (padres, abuelos y bisabuelos) Colaterales (hermanos de padre y madre y hermanos por parte de padre) y Descendientes (hijos y nieto) y se hizo la representación gráfica. Estudiar el origen, relaciones familiares, rastrear su procedencia, conocer sus ascendientes, colaterales y descendientes equivale a echar mano de la genealogía, de distintas estrategias para obtener información de sus raíces, por ejemplo, acudí a 1.) los recuerdos de lo que me contaba, 2.) la revisión documental, -partidas de bautismos, matrimonios y defunciones-, 3.) a conversatorios con sus familiares, amigos y personas que lo conocieron, 4.) consultas por internet, 5.) la lectura de documentos, artículos y libros; en fin, fueron múltiples las fuentes que sirvieron de soporte para esta investigación.

El capítulo 3. Breve recorrido por las etapas de su vida: hace una descripción sobre la secuencia de eventos desde su nacimiento hasta su adultez. Se precisan datos como la fecha de su nacimiento y bautismo, los nombres completos de sus progenitores y padrinos; la niñez que transcurrió entre su tierra natal, Riohacha y Puerto Estrella -Alta Guajira-, lugar de residencia de su abuela materna, donde visitaban amigos wayuu que compartían con la familia y por su puesto con Justo; la adolescencia, etapa en la cual ingresó al bachillerato y lo hizo con dedicación; la juventud, período en que se trasladó a Bogotá para ingresar a la universidad, siendo la estadía bastante difícil, debido a que su situación económica se complicaba, porque lo que le podían mandar sus padres para su manutención no le alcanzaba y hacía peripecias para estirar ese dinero; no se dio por vencido debido a que sus anhelos de estudiar eran tan fuertes que superaba esas barreras que le ponía la vida; la adultez, en esta etapa, dedicó la mayor parte del tiempo a su cultivo intelectual -la academia y la investigación eran sus aliados-, compartía con personas que tenían sus mismos intereses y en los últimos años prefería estar todo el tiempo en casa, en su estudio frente a un computador que nunca apagaba, viajaba cuando era estrictamente necesario, porque si se ausentaba, sentía que sus proyectos se paralizaban y a quienes asesoraba lo buscaba de manera insistente.

El capítulo 4. Formación académica: describe paso a paso el conjunto de conocimientos adquiridos, desde el momento en que le enseñaron las primeras letras, la primaria y secundaria, estudios superiores y postgrados, los cuales fueron una herramienta que lo ayudaron a consolidar las competencias que exteriorizó. Este investigador dedicó su vida a aprender y a enseñar; los últimos años los consagró al estudio de los asuntos culturales y las lenguas de los pueblos indígenas, especialmente de los wayuu; también al intercambio con académicos e investigadores nacionales e internacionales.

El capítulo 5. El mundo laboral de Francisco Justo Pérez van-Leenden: especifica cada una de las actividades laborales realizadas: Académicas, Sus escritos e investigaciones, Asistencia a eventos, Misiones académicas y Otras actividades, Sus propuestas, Sus motivaciones, Trabajos de grados dirigidos, Jurado en comités de evaluación, Par evaluador, Organización de eventos, Membrecías (internacionales, nacionales, regionales y locales) y Proyectos sin culminar. La mayor parte de su existencia la dedicó a la Universidad de La Guajira, allí se desempeñó con lujo de detalles en diversos roles; además de docente de tiempo completo, ocupó los siguientes cargos, entre ellos: Coordinador de investigaciones, Vicerrector académico, Director encargado del Centro de información sobre la cultura wayuu, hoy Centro de información sobre grupos étnicos -CIGE-, Decano Facultad Ciencias de la educación y Rector. Es imposible desconocer su labor, realizada en el período de su administración rectoral y como docente e investigador en esta universidad; también por sus aportes a La Guajira, el Caribe y a Colombia en general. |Era un acérrimo lector e incansable escritor, actividades que las plasmaba en artículos, ensayos, libros y cartillas que se difundieron en diferentes eventos -conferencias, ponencias, seminarios, foros, coloquios-  sobre lingüística, diversidad cultural, historia, educación, etnoeducación y la investigación. 

El capítulo 6. Reconocimientos a Francisco Justo Pérez van-Leenden: destaca los reconocimientos y distinciones que recibió por su compromiso desinteresado con la Universidad de La Guajira, su territorio y el Caribe colombiano; nos referimos a las gratitudes que se le brindaron en público por sus esfuerzos, consagración, logros, superación personal,  resaltados por instituciones como la Gobernación de La Guajira por ser docente en las áreas de Humanidades y Ciencias sociales, investigador en las líneas de la etnoeducación, enseñanzas de las lenguas en contextos multiculturales, destacándose por su dedicación, pulcritud y abnegación, contribuyendo con la formación académica y profesional de varias generaciones; la Universidad de La Guajira por sus aportes a la academia, elaboración y desarrollo de proyectos; la Fundación cultural Embarradores de Riohacha por ser un investigador y escritor de nuestra tradición y cultura, por orientar, asistir y participar en seminarios, charlas, foros, tertulias sobre los carnavales y embarradores de Riohacha. 

El capítulo 7. Las reuniones: a las que concurría con frecuencia, unas de trabajo con investigadores, docentes, estudiantes para asesorías y/o compartir información para los proyectos, trabajos de grado, entre otros y, las reuniones sociales con familiares, amistades y las que convocaban los grupos Aa’in y Waa’in que al final aprovechaba para idear proyectos en torno a su vida laboral. El sitio ideal para trabajar era su estudio, allí tenía lo necesario para concentrarse, (libros, video beam, computadores, conectividad a internet, área de café, buena ventilación e iluminación), ubicado en un lugar visible de su residencia, en Riohacha, se congregaba de lunes a domingo, día y noche. Recibía estudiantes, docentes, escritores e investigadores y todo aquel que estuviera interesado en sus orientaciones, asesorías y dirección de trabajos bibliográficos e investigativo.

El capítulo 8. Etapa final de la vida de Francisco Justo: organizado en ocho partes: Un accidente, Delicado de salud, En Riohacha - Clínica Cedes, En Barranquilla, En Bogotá, De regreso a Riohacha y, Viajó nuevamente a Bogotá. En términos generales Francisco Justo fue saludable, vigoroso y fuerte desde pequeño, tuvo dos quebrantos de salud; uno en su niñez cuando tenía entre siete y ocho años y el otro en su adolescencia, cursando el bachillerato, del cual se recuperó rápidamente. Era de buen comer, nada le producía malestar, jamás se quejaba de dolores ni molestias físicas. En noviembre de 2013, cumpliendo compromisos de capacitación a docentes de la Institución educativa Sagrado Corazón de Jesús, en Manaure, La Guajira (Educación misional contratada de la Diócesis de Riohacha), de regreso a Riohacha, en la carretera Uribia-Cuatro Vías, sufrió un accidente automovilístico, causándole delicadas lesiones en el pecho, la cabeza y en uno de sus ojos. La carretera estaba en malas condiciones y por evadir los huecos, perdió el control y lo impactó un árbol; esa vía es testigo de muchos accidentes. A partir de ese suceso, su salud fue desmejorando, se le aconsejaba ir donde el médico para hacerse un chequeo general y nunca lo hizo por la consagración desmesurada al trabajo, que sobrepasaba los límites de lo normal. Cuando se dio cuenta de esta realidad, ya fue demasiado tarde.

El capítulo 9. Fallecimiento: hace un relato paso a paso desde el momento de su muerte, ocurrida el sábado 13 de julio de 2019 en Bogotá; la velación de su cuerpo se llevó a cabo el martes 16 de julio a la 1:00 p.m. en la Candelaria-Chicó, Bogotá; las exequias en la Parroquia Cristo Rey, el miércoles 17 de julio a las 3:30 p.m. y, la cremación este mismo día, después de la misa en el Parque cementerio Los Olivos. 

Mientras en la capital del país, se hacía la velación y las exequias, en Riohacha se celebraron a partir del domingo 14 hasta el lunes 22 de julio a las 6:00 p.m. en la capilla de la Divina Pastora, las nueve misas de acuerdo a la tradición guajira. Su cuerpo convertido en cenizas llegó a Riohacha el viernes 26 de julio de (2019) y ese mismo día, a las 2:30 p.m. la comunidad de la Universidad de La Guajira, rindió homenaje póstumo a quien fuera su maestro, investigador y rector por varios años. Ese mismo día, en la Catedral “Nuestra señora de los Remedios” a las 6:00 p.m., el Obispo de la Diócesis de Riohacha, Monseñor Jesús Héctor Salah Zuleta ofició la Sagrada Eucaristía, en la cual con sus sabias palabras invitó a sus familiares a depositar en nuestra Catedral los restos del extinto maestro, haciendo la debida reflexión que allí reposan los de personalidades como Monseñor Livio Reginaldo Fischione Selli, los del Almirante José Prudencio Padilla López y, los de Justo Pérez merecían estar allí como símbolo de amor a su tierra, La Guajira, por quién trabajó incansablemente.

Sus amigos y familiares, nos congregábamos los 13 de cada mes, en la Capilla la Divina Pastora, a participar de la Santa Misa (6:00 p.m.), hasta cumplirse un año de fallecido; a partir de abril por motivos del Covid-19[1] se celebraron de forma virtual en la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, varios de los colegas participaban de manera presencial. El lunes 13 de julio de 2020, fue el primer aniversario de su encuentro con el Señor, se ofreció una Eucaristía de forma virtual en la Catedral Nuestra Señora de los Remedios a las 5:00 p.m., celebrada por el Presbítero Jainer Eduardo Guevara, quién en la homilía, se refirió a la importancia de dejar huellas y dijo “Justo Pérez, así lo hizo como persona y docente, porque era solidario y servicial; cuando alguien necesitaba de su ayuda, se la daba con agrado, quedando la persona satisfecha”.  

El padre Jainer, también explicó de las lecturas que había hecho de sus escritos sobre Francisco Justo y lo que más le llamó la atención fueron dos frases que, él decía; la primera Enseñar con generosidad, enseñar todo lo que se sabe, sin ocultar nada y la segunda El papel del maestro no es demostrarle a sus estudiantes que sabe más sino acompañarlo en el conocimiento. Y terminó diciendo “tenemos que agradecer a Dios por la vida que le concedió”.

El capítulo 10. Recordado al maestro: relata algunos eventos que se llevaron a cabo como homenaje póstumo. Inicialmente se organizaron carteleras preparadas por estudiantes del Programa de Licenciatura en Etnoeducación, bajo la dirección de la profesora Emilce Sánchez, las cuales fueron ubicadas en la entrada del edificio de la Facultad de Ciencias de la educación; con la imagen del maestro, acompañadas de frases alusivas a lo que en vida representó en la Alma Mater. De igual forma, la docente Sánchez Castellón, Editora jefe y directora general de la Revista Entretextos, invitó cordialmente a escribir artículos sobre los temas que fueron de interés de Francisco Justo y, Semblanzas sobre este maestro para ser publicados en los dosieres I y II de 2020. Fue así, como entregaron Artículos los docentes, sus ex–alumnos de pregrado y postgrados de Uniguajira y de otras universidades, y condiscípulos de estudios de Maestría y Doctorados e investigadores de otras universidades; las Semblanzas fueron inspiración de familiares, amistades, comunidad académica de Uniguajira, investigadores nacionales e internacionales. Como el material recibido, sobrepasó las expectativas, se decidió sacar dos números: el primero con artículos y el segundo las semblanzas. El homenaje se hizo mediante dos foros virtuales: Foro 1. Una ventana para erguir los ojos hacia lo invisibilizado y, Foro 2. Semblanzas – Homenaje póstumo a un maestro investigador Francisco Justo Pérez van-Leenden; estos eventos fueron llevados a cabo para el primer aniversario de su fallecimiento en julio de 2020 (martes 14 y jueves 16 de 5:00 a 8:00 p. m.), a través de la plataforma MEET.

 

Francisco Justo Pérez van-Leenden seguirás viviendo en las mentes

de los que te conocimos y tratamos y, en las generaciones venideras

por lo consignado en tus escritos y, los documentos elaborados para ti.

 

 

Biodata

Gladis Marina Brugés Moreu: Bibliotecóloga y archivista, Universidad de La Salle, Bogotá. Especialista en cultura y sociedad en América antigua, Universidad del Valle, Cali, Colombia. Diplomado en Gestión cultural con énfasis en investigación. Exdirectora del Centro de información sobre grupos étnicos -CIGE-, Universidad de La Guajira. Participó como miembro del grupo de investigación Aa’in y Waa’in. Actualmente forma parte del Comité Revisión Editorial y de Textos de la Revista Entretextos-, Uniguajira. Investigadora independiente en temas como genealogía, etnografía, historias de vida y tradiciones socioculturales.

 

[1] Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca se conoció diciembre de 2019. Actualmente la Covid-19 es una pandemia que afecta al mundo entero.