Alegría con coco, endulza el alma
Alegríawith coconut, sweeten the soul
Talataa jüka kooko, apüsiajüsü aa’inpalaa
Relajado en el lecho maternal,
abrigado por las brisas de las tetas de montes,
colindantes con el cerro que la virgen de la candelaria venera,
aflora el bostezo y suspiro de los últimos sueños de la madrugada.
El triqui traqui y el hay carajo del millo saltón,
tostado en el caldero que cocina la alegría
y el dulce de la noble alma,
surcan la tranquilidad de la mediofría mañana.
El cloc, cloc de la gallina y el kikiriki del gallo basto,
animan el levantar, volando con entusiasmo,
hasta el mercado popular del viejo arsenal.
Las colmenas, micro fincas urbanas,
asistidas por las manos laboriosas del campesino citadino,
acarician las manos del adolescente visitante que
surte su saco de fique con panela, millo, coco y papel de azúcar,
envolventes de alegría.
El cruce por Chambacú en el inmemorable tranvía
del barrio Nariño, de artistas y deportistas,
recordado por los derechos cristalizados
en el ring de la confrontación antirracista y la discriminación,
es la plataforma de arribo al territorio querido.
La panela agarrada de la mano con el coco raizal,
se diluye en mermelada caliente en el tanque de cocina dichosa,
equilibrante de la glucosa para hacerla empalagosa
y el paladar degustar su dulzura natural.
Las sabias manos de la palenquera,
bastón agarrado, mena y menea en la porcelana libertaria,
enamora el millo emblanquecido con la mermelada africana,
organizando el matrimonio ideal que,
exacerba la alegría popular.
Acarician y acarician la novia alegría
y la visten con vistosidad jactanciosa,
para su desfile natural en las barriadas de la Cartagena patrimonial
que disfruta con devoción, la gastronomía de tradición.
Alegría con coco y aní, casera cómpreme a mí,
grita la cimarrona, con ímpetu y gana,
invocando la gesta libertaria en los tiempos coloniales
y los desafíos actuales.
La joven adolescente, extirpe africana,
recoge su legado en las soñolientas tardes primaverales,
amasa las hojas, desojando el millo,
entonando la canción que repite la labor como parte de su misión.
Biodata
Rubén Darío Hernández Cassiani: Historiador, Universidad Javeriana. Magister en Filosofía Latinoamericana, Santo Tomas. Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas, Especialidad Sociología, Atlantic International University. Doctorado en Ciencias Humana, Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela. Director Instituto de Educación e Investigación Manuel Zapata Olivella. Integrante del Proceso de Comunidades Negras de Colombia (PCN). Integrante de la Red de investigadores Afrodescendientes de las Américas y el Caribe. Docente maestría en Educación intercultural Universidad Nacional Abierta y A Distancia (UNAD). Miembro del grupo de investigación Frantz Fanon y Ubuntu. Sus trabajos más recientes son: Movimiento social afrocolombiano, negro, raizal y palenquero como opción política para el fortalecimiento de la democracia(2019); El método de consulta a la memoria colectiva y perspectivas de la investigación(2020); saberes ancestrales, soberanía alimentaria y políticas públicas; Etnoeducación, educación propia, interculturalidad y saberes ancestrales(2020); saberes ancestrales, epistemologías propias e interculturalidad epistemológica(2022); Estado, derechos y políticas públicas de la población negra, palenquera y afrocolombiana(2019); Lo dicho y lo escrito en la historiografía palenquera (2020); Poemario canto celestial como memoria ancestral (2022); Poemario inédito palabras y saberes (2023).