Entretextos - Artículos/Articles/Pütchi
Revista de Estudios Interculturales desde Latinoamérica y el Caribe
Facultad Ciencias de la Educación. Universidad de La Guajira. Colombia
ISSN: 0123-9333 / e-ISSN 2805-6159, Año: 18 N.o 34 (enero-junio), 2024, pp. 49-71
Este trabajo fue depositado en Zenodo: DOI: https//doi.org/10.5281/zenodo.10472636
Licencia CC BY NC ND 4.0 / Derechos de autor: autores /Derechos de publicación: revista
Recibido: 3-9-2023 · Aceptado: 8-10-2023
Carmelina Paba Barbosa: su legado en la formación de maestros y otros profesionales
Carmelina Paba Barbosa: her legacy in the teachers and others proffessionals training
Carmelina Pava Barbosa: jüpaala jünain ekirajaa ekirajülii otta wanee karaloktamaajanairua
Ligia María Sánchez Castellón
https://orcid.org/0000-0003-0292-2722
licar56@gmail.com
Universidad del Magdalena, Santa Marta, Colombia
Emilce Beatriz Sánchez Castellón
https://orcid.org/0000-0002-0229-9806
esnchez@uniguajira.edu.co
Universidad de La Guajira, Riohacha, Colombia
Resumen
Se presenta la reflexión derivada del análisis del quehacer pedagógico, investigativo y de gestión llevado a cabo por la profesora Carmelina Paba Barbosa durante varias décadas, en distintos escenarios, especialmente en la Universidad del Magdalena (Colombia). Su misión, producción académica e investigativa es destacada, numerosa y ha dejado huellas a favor de la educación. Lo anterior se manifiesta en las interacciones formales e informales entabladas con diferentes actores sociales y con ella misma; además, se extrae información de registros en fuentes, archivos personales e institucionales, de la revisión de su amplio curriculum vitae, CvLac, GrupLac. Desde las configuraciones narrativas, documentales e interpretativas han sido resaltadas sus grandes cualidades humanas, altas capacidades de gestión, liderazgo, empatía, compromiso ético, profesional, así como promotora de semilleros de estudiantes investigadores. En los espacios de interacción sostenidos con ella a lo largo de su periplo académico, ha surgido la vida. Cada proyecto, programa o acción dinamizado por ella, ha representado una luz de esperanza en la comprensión de realidades, contribuyendo a su transformación. Exaltamos su labor, calidad personal y profesional e invitamos a las personas comprometidas con la educación, a promover la reflexión pedagógica; cualidad que la distingue. Analizar su trayectoria permite valorar los modos de SER MAESTROS y MAESTRAS, situados en complejidades socioculturales concretas, campo en el que no hay formas únicas, ni uniformes.
Palabras clave: Carmelina Paba, curriculum vitae, gestión, reflexión pedagógica, Universidad del Magdalena.
Abstract
In this apart is presented the reflection derivate of pedagogical and investigative job, and the management carried out by the teacher Carmelina Paba Barbosa during several decades in several setting, especially in Magdalena University (Colombia). Her academic and research production is outstanding and it has been prominent in the educative field. The last is showed in the formal and informal interactions with differents social actors and herself. Also it gets information of record in personal and institutional files, as well as the revision of her curriculum vitae Cvlac, GrupLac. Since the narrative, document and interpretative configurations have been highlighted her human qualities, big management capacities, leadership, empathy and ethical commitment so the promotion of seedbed’s investigative students. Into the interaction spaces with her, the last has emerged. Every program, project or action energized for her, has represented a light of hope in the comprehension of realities contributing to its transformation. We exalt her labor, personal and professional qualities, and we invite to the people committed with the education, to promote the reflexive pedagogy. Analyzing her trajectory, it allows to value the way of be SER MAESTROS y MAESTRAS, placed in sociocultural complex, field in which there´s no unique and uniform shapes.
Keywords: Carmelina Paba, Curriculum, vitae, management, reflection, pedagogy, Magdalena University.
Aküjia palitpütchiru’u
E’iyatünüsü ashajalaa ojuittaaka jünalaayalu’u jukua’ipa ekirajawaa, achejaala meraajusalü jee achuntawaa anaa ju’unajirala ekirajütka Carmelina Pava Barbosa ju’utpüna maima juya alatüipkaa julu’upüna a’yataayapülee maka jaa’in julu’u Ekirajaayapülee Mulousükat Magdalena (Kolompia). Tü ju’umaaka, jujuyein jükaralokse, jee jü’yataala mochoojusatka o’uu ayalennüsü atumawaa, kojuyasü apütaka achikua namüin na ekirajüliikana.
Tü münaka e’iyalaasü jünainjee a’ayounajirawaa namaa na a’yataajirawaa jümaa jee jiaka’aya; otta jiaya’a, e’iyalaasü jüchiua julu’uje tü karalokta asanaanaka jüchikima’a, tü eeka jukotchiraain jipialu’u jee jü’yataayalu’u, julu’ujee Jüchikima’a, Cvlac, GrupLac. Jünainjee jüikale’eria aküjalaakat, karaloktakalüirua jee jünüikima’a, amuloulaasü pütchi jünüliama’a, ennaajüsü jütsüin jünain tü jü’yataaka anain, jütütüinpala, ja’aleewainpala, jukua’ipala jü’yataaya, jütüinjapala, jümaayale jiain aikale’erüin na’yataaya na tepichi waüyee ekirajaashiikana. Julu’ujee a’ayounnajirawaa jüma jüchiki jukua’ipa ekirajawaaka jutuma, ojuittaasü jüchikua. Wanee a’yatawaa, karaloutta jü’yataaka anain, ayaleraasü amuloulaa atüjalaa jünain tü kasa shiimainsükaa, ounajirakaa ji’irataaya tü ponuakaa. Wayalerüin jüchikua jü’yataain, naaliwo’i wayuu jutuma jee jütüjanainkua, wounejaain na wayuu a’yataakana jünain karaloutta, jüpüla jülüjainjatüin naa’in jüchikua ekirajatkaa; eraajiraka jüchikua. Jülüjüükale aa’in jukua’ipa eesü jüpüla jiraajünüin NAKUA’IPA NA EKIRAJAALIKANA, eekana julu’u kapüleesü akua’ipaa shiimain, a’yataayapüle eere nnojoluin waneesiayaaka jee meitaawain akua’ipa.
Pütchi katsüinsükat: Carmelina Paba, Achikuamaajatü, achuntawaa, jülüjüka aa’in ekirajawaa, Jikii Ekirajiapülee Mulousükat Magdalena.
“En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Un rayo de sol, por ejemplo.
(Pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra.)
Un copo de nieve,
quizá una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más”.
María Helena Walsh
Introducción
E |
l artículo es uno de los resultados del Proyecto de investigación “Maestras, identidad, resiliencia e invisibilidad”. -Historias de vida- en La Guajira y el Caribe colombiano 2022-2023, registrado en el Centro de investigación de la Universidad de La Guajira. Se centra en hacer visible la vida y obra de una maestra de esta franja del país (el Caribe colombiano) que de manera espontánea hizo de su vida un magisterio y giró en torno de la academia y la investigación.
Enaltecer la vida y obra de Carmelina Paba Barbosa, propósito que anima este escrito, tiene como preámbulo aquellas ideas que nos permiten recordar que lo que hoy conocemos como profesión docente no siempre ha sido entendido de la misma manera. En algunos momentos de la historia esta se ha considerado oficio, arte, ciencia, y el maestro, unas veces más que otras, ha sido un sujeto, vigilado, controlado, lleno de responsabilidades que lo han configurado socialmente como apóstol, pedagogo y funcionario (Álvarez, G. 1995, p.61), poseedor de cualidades, estas pasan por entenderse como encargo divino y encargo de la sociedad. Su labor, considerada oficio debía ejercerse por vocación. El perfil del maestro de la escuela que se institucionalizó desde el siglo XIX, es descrito por Álvarez (1995) en los siguientes términos:
(…) y además de ser un hombre capaz y de madura edad, debía ser de muy arreglada conducta y honrados procederes: paciente, constante, perseverante y de buena familia. Su vida: ejemplar y virtuosa, hombre recto, buen súbdito y excelente padre de familia. Su abnegación y absoluta consagración a la patria eran imprescindibles. Se recomendaba que fuera casado y mayor de 18 años y no podía padecer enfermedad crónica o contagiosa. (p.62)
Según el Decreto del Inspector General, citado por Álvarez (1995, p.63) al principio era poco lo que se le exigía al maestro en el arte de enseñar; bastaba con tener “pericia en leer y escribir, tintura de aritmética y capacidad para imbuir a las jóvenes máximas sanas de moral cristiana y política”. Posteriormente, surge la necesidad de contar con métodos para garantizar el desarrollo de destrezas. Bajo estas circunstancias los maestros fueron capacitados en el método lancasteriano y con ello la Escuela Mutua bajo la figura del maestro-perito, quien a través de monitores enseñaba el procedimiento a seguir. Se dio origen así a las Escuelas Normales, lo que contribuyó a cierto reconocimiento profesional.
Hoy se trata de superar la labor del maestro antes mirada como apostolado o solamente como oficio de quien lo ejercía. Sin embargo, los avances científicos no han sido suficientes para satisfacer las necesidades que día a día demanda la humanidad y nuestro contexto local, regional y nacional.
Las injusticias sociales, los conflictos de toda índole en diferentes escenarios, situaciones como las acaecidas por la reciente pandemia causada por el virus del Covid-19 en los años 2020 a 2022, generan nuevas realidades y movimientos sociales. Nos encontramos frente a búsquedas incesantes y así será siempre; los intereses y las condiciones del mundo y la sociedad naturalmente son cambiantes.
En unos casos el traslape o la inversión de valores, los intereses mercantilistas, la globalización, los procesos de colonización en diversos campos, han empujado a que desde variados escenarios se escuchen voces reivindicativas de la dimensión humana, social y cultural, como ejes cardinales para contribuir a trazar nuevos rumbos en nuestras sociedades, en las cuales existan niveles de compromisos en torno a la equidad y oportunidades para todos, incluyendo aprender y trabajar juntos.
Justamente por esta razón, diferentes miradas, en ocasiones unidisciplinarias, en otras interdisciplinarias o trans-disciplinarias, se conjugan en la búsqueda de pistas para tomar impulso. En la incansable exploración del conocimiento y en especial el conocimiento del ser humano y su capacidad de aprender la psicología y la pedagogía, entre otros campos, ha trasegado por diversidad de teorías explicativas, interpretativas y comprehensivas.
Sacudiendo el cajón de los recuerdos podemos entender a los maestros, unas veces como sujetos activos, otras como sujetos pasivos en la avalancha de teorías: del Desarrollo Cognitivo (J. Piaget), del Aprendizaje Sociocultural (Vygotsky), Significativo (D. Ausubel), del Aprendizaje por Descubrimiento (J. Bruner), Aprendizaje social (Albert Bandura), Psicodidáctica (R.Titone), de las Inteligencias Múltiples (H. Gardner), de los Mapas Conceptuales (J. Novak), de la Inteligencia Emocional (Daniel Goleman), de Enriquecimiento Instrumental o Modificabilidad Estructural Cognitiva (Reuven Feuerstein), Psicosocial (Erik H. Erikson), de Procesamiento de Información (Gagné), Cono del aprendizaje (Edgar Dale), Ciclos Educativos (Miguel y Julián de Zubiria), Pedagogía Naturalista (Juan E. Pestalozzi) y el Naturalismo (Juan Jacobo Rousseau), Condicionamiento Clásico (Iván Petrovich Pavlov), Proceso de Condicionamiento Observacional (Albert Bandura), la de Autoplasticidad (Reuven Feuerstein), la Marxista de la Educación (Makarenko), del Desarrollo Moral (Lawrence Kohlberg), de la Uve epistemológica y la Uve heurística (Bob Gowin) del Desarrollo Moral (Carol Gilligan), Estrategia de aprendizaje y de Enseñanza (Mayer), las cuatro categorías de procesamiento de información (Leone), inteligencia artificial (Newell y Simón), el método de Ensayo y Error (Edwar L. Thorndike), Condicionamiento Operante (Burrhus F. Skinner), el método Lancaster (Joseph Lancaster) del kindergarten (Friedrich Frobel), Montessori (María Montessori) Global (Ovidio Decroly) (estos autores permiten hacer un recorrido histórico de la pedagogía).
Desde este panorama podemos seguir afirmando que son innegables las aportaciones de las bases sociales, culturales y humanísticas del filósofo, pedagogo y psicólogo norteamericano John Dewey (1859 -1952), el pedagogo estadounidense William Kilpatrick (1871-1965) representante del movimiento pedagógico iniciado por John Dewey; el maestro y pedagogo francés Célestin Freinet (1896-1966); la pedagoga, investigadora, especialista en lengua materna, en particular en el campo del aprendizaje de la lectura y producción de textos, y de la formación docente inicial y continua, Josette Jolibert .
Para no caer en las ideologías inspiradas en el eurocentrismo y esto pasa en la pedagogía, la cual muchas veces borra u opaca nuestra representatividad como pedagogos que somos, es necesario reconocer los aportes de nuestros propios maestros, los que nos anteceden en la historia de la pedagogía. Solo por citar a algunos, al pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire (1921-1997) y en nuestro contexto colombiano, a la maestra cartagenera Olga del Carmen Villegas (q.e.p.d., 2005), Gloria Rincón Bonilla (q.e.p.d., en marzo de 2020), el maestro guajiro Francisco Justo Pérez- van-Leenden (q.e.p.d. julio 2019). En el Magdalena y en Santa Marta a los maestros Juan Maiguel de Osuna, Catalina Correa, Alfredo Almenares, Rafael Guerra Maestre, Belissa Orcasitas de Guaragna, Carmela B. de Márquez, Gladys Viloria, Carmen Yadira Romero, Midia Leonor Castellón de Sánchez (q.e.p.d.).
Ahora bien, en este complejo contexto teórico, conceptual, práctico que se ha presentado, emerge la figura de la pedagoga y psicóloga, Carmelina Paba Barboza, quien logra escalar a máximas posiciones académicas e investigativas, no solo en la Universidad del Magdalena, sino a nivel nacional e internacional, atesorando en “Una cajita de fósforos” múltiples vivencias que han marcado la historia de muchos en la educación.
Breves notas genealógicas y biográficas
Nació en un territorio pequeño, Chiriguaná, perteneciente en aquella época al Magdalena Grande, constituido por lo que hoy son los departamentos de La Guajira, Cesar y por supuesto, el Magdalena. En 1967 se crea el departamento del Magdalena (Ley 25 del 21 de junio), firmada por el presidente Carlos Lleras Restrepo y el decreto que dio vida a la primera junta organizadora del nuevo ente territorial, inaugurado seis meses después (diciembre 21).
Carmelina, hija de Nectalina Barbosa y Pedro Paba Ríos, quien ocupó cargos importantes en la administración pública. Ambos, oriundos de su terruño, Chiriguaná, formaron un hogar ejemplar y permanecieron unidos hasta el último día de sus vidas. Se distinguieron por ser sencillos, amables, generosos, serviciales, ilustres, muy queridos en su tierra natal y sus alrededores, especialmente en Valledupar. En ese hogar cultivó Carmelina sus valores, forjó su identidad cultural y proyectó su vida profesional.
Ella ha hecho de la educación un estilo de vida para cumplir sus sueños y directa e indirectamente, el de muchas personas que la han rodeado. A partir de esforzarse, de fijarse metas, ha podido tener voz en su familia, en su comunidad y en el mundo científico al cual pertenece. Ha sido artífice de una masa crítica de gente joven a quienes ha interconectado en diversos temas, espacios y tiempos, los cuales inspirados en su mentoría trascienden hoy fronteras y asumen retos como generación de relevo frente al conocimiento.
Sus inicios como formadora de maestros
Su experiencia básicamente se desarrolla en dos escenarios; uno de ellos, la que fuera Escuela Normal para Varones hoy Institución Educativa Distrital Escuela Normal Superior San Pedro Alejandrino, en la ciudad de Santa Marta, Magdalena D.T.C.H. Para dar cuenta de ello, acudimos a la memoria de tres de sus discípulos, formados en las aulas de esa escuela y en aquella época. Quiénes mejor que ellos para retratarla con sus palabras. Humberto Cabrera, reconocido líder de la educación del Magdalena señala:
Me parece interesante tener en cuenta a las personas que han dejado huellas para hacerles un reconocimiento precisamente en vida. A Carmelina Paba la conocí como mi profesora de Fundamentos en la Normal Superior para Varones, hoy San Pedro Alejandrino. Se destacó como una buena educadora, quien nos dejó ricas enseñanzas a todos esos maestros en potencia en la década del 70, al lado de otros prestantes educadores - pedagogos quienes nos guiaron por ese camino de la investigación, la pedagogía y lo académico. Luego nos volvimos a encontrar en la Universidad del Magdalena. Allí no fue mi profesora. Sin embargo, de ella escuché grandes reconocimientos como una magnifica profesora, destacándose como sobresaliente educadora en este nivel Superior de la Educación. Creo que quizás muchos compañeros que estuvieron más cerca de ella como estudiantes podrán brindar más testimonio de lo que significó esta maestra para la educación, para el departamento y la Nación.
La profesora Miriam Pertuz Ariza, expresa:
Recuerdo que llegó muy joven a ejercer en la Escuela Normal Mixta, hoy San Pedro Alejandrino, siempre hermosa, con una típica pañoleta en la cabeza a la usanza de la época, de sonrisa fresca, inteligente, cariñosa, interesada en las penalidades que atravesábamos, y muy responsable. Conocimos a Chiriguaná, su pueblo natal sin visitarlo, porque ella hablaba mucho de su tierra y lo visitaba con frecuencia. Hoy la observo muy madura y más inteligente.
Por su parte, la profesora Nancy Arévalo Vivic se refiere a ella diciendo:
Carmelina Paba fue docente en la hoy Normal Superior San Pedro Alejandrino, en ese entonces, Normal Mixta para varones. Cursábamos quinto de bachillerato, porque en esa época no se hablaba de 6, 7, 8, 9, 10, 11 grado como hoy, sino de primero, segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto grado de bachillerato, nos orientó una asignatura denominada Fundamentos y Técnicas de la Educación. Noté que ese era su primer trabajo. Se destacaba por ser muy humana, trataba bien a los estudiantes. Cuando nos interrogaba y nos equivocábamos, respondía de buenas maneras, porque algunos profesores utilizaban un tono burlesco, como diciendo: ´si no sabes, entonces no sabes nada´, ella se ponía en el lugar del estudiante; si no entendíamos volvía a explicar. Fue de buen corazón…, para qué.
Emilce Beatriz Sánchez Castellón, coautora de este artículo, su discípula y colega expresa:
Carmelina fue mi docente en la Universidad del Magdalena (1977), cuando yo cursaba la carrera en Ciencias Sociales, su papel en la vida de los estudiantes de esa licenciatura fue clave, nos orientaba desde su experiencia personal y profesional, hacía de su cátedra un universo de pluralidad de vivencias y experiencias en el cual todos nos sentíamos el centro de la clase. En la universidad del Magdalena permanecí poco tiempo, después me trasladé a Bogotá, allí culminé los estudios de la misma licenciatura y el cambio fue notorio al encontrar docentes distantes de sus discípulos. En 1999, volví a encontrarme con Carmelina en la universidad de La Guajira, como docente de la especialización en Evaluación Escolar, retomamos anécdotas, vivencias, intercambiábamos teorías, posturas epistémicas, en fin, fue una oportunidad para rehacer una amistad personal y académica. En ese entonces yo fungía como decana de la Facultad de Ciencias de la educación y recibía de ella sus sabias orientaciones. Aquí en La Guajira, muchos docentes de las Instituciones educativas bebieron de su sabiduría como también los de Uniguajira, quienes la recordamos con admiración”. Mi familia en general ha sido privilegiada de estar cerca de ella. En 2021, me propuso formar parte de un Proyecto de investigación sobre Salud mental que su grupo de investigación (Cognición y Educación) quería postular a Minciencias, fue así como escuché su propuesta y accedí a formar ese equipo interdisciplinario. Hoy desarrollamos ese proyecto Uniguajira, Unimagdalena y los Andes, nos vincularon siete docentes de Uniguajira Gabriel Segundo Iguarán Montiel, Nicolas Amaya López, Alcibíades López Hernández, Juan Carlos Quiroz Imbrecht, Marelis Moscote Pérez, Mitchell Parra Corredor y yo y cuatro Instituciones educativas de La Guajira (Normal Superior Indígena de Uribia, Denzil Escolar, Técnica Rural Agrícola de Tomarrazón y María Inmaculada de Fonseca). Compartir con la maestra Carmelina ha sido satisfactorio para mí.
Su paso por la Universidad del Magdalena
Desde un marco histórico, social, educativo y cultural es fundamental reconocer el surgimiento y evolución de la Universidad del Magdalena, allí Carmelina ha jugado roles importantes.
En los documentos institucionales que circulan en esa institución de educación superior, se señala que en 1853 funcionó en Santa Marta el Colegio Provincial Santander, el cual ofrecía una facultad de Jurisprudencia. Entre 1867 y 1873 funcionó la Universidad del Magdalena con las facultades de Medicina, Jurisprudencia, Economía, Farmacia y Ciencias Pedagógicas, la cual fue cerrada, entre otras del país, por el carácter centralizado de la educación en la Universidad Nacional en Bogotá. El 27 de octubre de 1958, mediante Ordenanza N°5 se crea la Universidad del Magdalena, empieza a funcionar en la sede del Claustro San Juan Nepomuceno (mayo 10 de 1962), como Universidad Tecnológica del Magdalena con 65 estudiantes y 12 profesores de Agronomía. En 1970, la universidad se traslada al campus San Pedro Alejandrino.
En su trayectoria por esta Universidad ha ocupado más de una docena de cargos entre los que se encuentran el de secretaria académica de la Facultad de Educación (1989), directora del Departamento de Pedagogía (1989-1994); Decana de la Facultad de Ciencias de la Educación (1994-1995), Coordinadora de la Unidad de Investigación (1999-2000), Coordinadora del Postgrado en Educación Sexual y Procesos Afectivos. Convenio UIS –Unimagdalena (1994-1996), Directora de Capacitación de Docentes (1995-1996), Vice-Rectora de Educación Abierta y a Distancia (1996), Coordinadora del área de Investigación Formativa (2002), Par Académico en el proceso de Acreditación de Calidad y Desarrollo de las Escuelas Normales Superiores -MEN (2002), Directora del Programa de Psicología, Universidad del Magdalena (2001-2004), gestora del semillero institucional de estudiantes investigadores (2001), Par Evaluador de COLCIENCIAS, hoy Minciencias, Par Evaluador de la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior -CONACES-, Directora del grupo de investigación Cognición y Educación, Universidad del Magdalena, hoy integrante honorífica, Docente Emérita, Universidad del Magdalena y como dijera María Helena Walsh en su verso ‘y mucho, muchísimo más’.
Fuente: archivo personal de Carmelina Paba
Desde que inició su carrera profesional, Carmelina ha recibido más de 30 menciones de honor, reconocimientos y medallas, así como distinciones, entre ellas “Investigador Senior” Minciencias, 2022.
Su rasgo distintivo en los escenarios en los que se desenvuelve es el estilo de su ejercicio como formadora de maestras y maestros[1], allí radica su singularidad. Su vida y obra es prolífica, auténtica y ejemplarizante. Este escrito resalta solo algunos de esos aspectos que tienen que ver, especialmente, con su dimensión humana y su rol de formadora de docentes, claro está, sin desestimar otros campos del conocimiento, en los cuales ha incursionado con éxito.
Fotografía tomada por Ligia Sánchez, laboratorio de Psicología Universidad del Magdalena 2022
Fuente: archivo personal de Ligia Sánchez
Cabe anotar que para nosotros los maestros, la década de los 80 tiene especial significado. En 1982 nació en Colombia el denominado, “Movimiento Pedagógico”, acontecimiento trascendental en el campo de la política educativa pública y la pedagogía, corriente gestada por los mismos maestros, en la búsqueda por el fortalecimiento del maestro como trabajador de la cultura y su proyección social en la comunidad. Así, como se decidió realizar el Primer Congreso Pedagógico Nacional, la publicación de la Revista Educación y Cultura y la creación del Centro de Estudios e Investigaciones Docentes-CEID-Nacional.
En ese contexto histórico – pedagógico, Carmelina ocupaba el cargo de docente de planta en la Universidad del Magdalena orientando entre otras cátedras, Psicología del Aprendizaje en los programas de licenciatura en Sociales, Biología y Química, Idiomas, y Matemáticas que la Facultad de Educación ofrecía en jornadas de la tarde y noche. Cabe destacar que, en la ciudad, el número de licenciados era escaso, y quienes laboraban allí, procedían de ciudades como Barranquilla y del interior del país. Era un lujo contar en las escuelas y colegios con maestros con títulos de licenciatura.
Los estudiantes que acudían a los programas ofrecidos en la Facultad de Educación, en gran número, eran jóvenes en ejercicio que con gran entusiasmo y compromiso se desplazaban diariamente a la universidad, alentados por el deseo de aprender y superarse personal y profesionalmente. Por esta razón, desafiaban las dificultades ocasionadas por la falta de transporte, la mala calidad de los vehículos prestadores de ese servicio, la intermitencia del fluido eléctrico. En esas circunstancias, se atrevían a caminar en grupos, distancias considerables en medio de la oscuridad, la lluvia, el camino ‘enmontado’ y la exposición a la inseguridad reinante en la vía de acceso a las instalaciones de este centro de educación superior. Sin embargo, todas esas dificultades se convertían en experiencias anecdóticas, lo cual reforzaba su proyecto de vida.
En medio de este panorama y con el fervor que ella le imprimía a su trabajo, además, entendiendo la situación de los estudiantes, que no era ajena para nadie, transcurría su quehacer. Carmelina, dialogaba con facilidad con ellos, comprendía sus necesidades e intereses. Como interlocutores válidos se trataban con respeto; tenía altas expectativas en relación con sus desempeños, no solo en las aulas de clases, sino en la vida práctica; se los hacía sentir y les inspiraba confianza, les facilitaba sus libros, materiales y documentos, guías de trabajo y fotocopias para crear ambientes favorables de aprendizaje que les permitieran proseguir con ahínco en sus estudios. De esta manera desarrollaba estrategias para evitar el ausentismo y la deserción.
Anteriormente, Carmelina se había desempeñado como docente en el área de pedagógicas en la entonces Escuela Normal Nacional para Varones de Santa Marta, nombramientos que se hacían directamente desde el MEN en Bogotá, dado el carácter centralizado de la educación en esa época, y, además, porque esa institución educativa pertenecía al orden nacional. Allí, cosechó experiencias, grandes amistades y dejó parte de su vida.
Además de ser licenciada en Psicología educativa y administración, de la prestigiosa Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en Tunja -UPTC-, había cursado simultáneamente estudios de Psicología en la Universidad INCCA de Colombia y de Maestría en Educación con Especialidad en Orientación y Asesoría Escolar en la Universidad Pedagógica Nacional, estas últimas en Bogotá.
Su voz cobraba resonancia como autoridad académica entre los maestros y psicólogos de la ciudad, quienes asistían con frenesí a sus cursos, seminarios, conferencias y talleres orientados por ella y organizados, en ocasiones por las propias instituciones educativas, y otras, por el Centro Experimental Piloto del Magdalena -CEP-, ente encargado de ofrecer la ‘capacitación’ a los maestros en ejercicio, para alcanzar los correspondientes requisitos de ascenso en el escalafón docente reglamentado (decreto 2277 de 1979), que le otorgó el carácter de profesión a la docencia en el país.
Muchos maestros escogían los cursos con prontitud y plena confianza al saber que los orientaría Carmelina’. Los salones del CEP y de los colegios mayores de la ciudad (públicos y privados) se llenaban: Liceo Celedón, Hugo J. Bermúdez, INEM Simón Bolívar, Rodrigo de Bastidas, Normal de Señoritas y también la de Varones (así se denominaban) Colegio Divino Niño, María Auxiliadora, San Juan Bosco (estos últimos de carácter privado). Entusiasta, llegaba cargada de tiza, borrador, rollos de carteleras elaboradas por ella misma, de su puño y letra, pliegos de papel periódico, bond, paquetes de fotocopias, marcadores, borradores; después ya no eran las carteleras sino los acetatos, el retroproyector de acetatos[2].
El nombre de Carmelina Paba se encuentra estrechamente ligado a la historia de la Facultad de Educación, a tal punto que, desde esa época, la década de los ochenta, siempre que en los círculos académicos se hablaba de educación y de la universidad, salía a relucir su nombre, como profesional idónea, capaz de orientar atinadamente procesos relacionados con la formación de maestros, la atención de niños y jóvenes que requerían algún apoyo en áreas de aprendizaje, ‘vocacionalidad’, aspectos de carácter emocional u otros; también, se destacaba porque brindaba en su consultorio particular asesoramiento a familias, a directivos docentes y a personas en general, en situaciones afectivas y emocionales adversas o frente a la ayuda que necesitaban para la toma de decisiones ante dilemas personales y profesionales.
Su quehacer, compartido entre la docencia universitaria y el trabajo clínico en su consultorio particular de psicología, no pasaba desapercibido. Su dinámica de proyección social crecía. Lo cual contribuyó con su visibilización que cada vez era más notoria y se convirtió en un referente que inspiraba confianza y seguridad en la toma de decisiones pedagógicas. No solo ella se visibilizaba a nivel personal y profesional; también la Facultad de Educación, órgano institucional que gracias, principalmente a su gestión sin desconocer a otros actores académicos y sociales, empezó a hacer presencia en eventos de carácter nacional e internacional, al lado de otras universidades, con más trayectoria en la formación de maestros y en el campo de la investigación, que la del Magdalena en ese tiempo.
En 1992, en coautoría con el también insigne y bien recordado profesor Rodolfo Posada Álvarez, docente de planta en ese tiempo a la Universidad del Magdalena, publicaron a través de la reconocida Cooperativa Editorial Magisterio – en la Colección Serie Mesa Redonda - la obra: “Promoción automática y Enseñanza de la Lectoescritura”, trabajo de gran pertinencia. Éste surgió en el marco del Convenio Interinstitucional MEN-Colciencias e hizo parte de la investigación Nacional sobre Promoción Automática en el país (Decreto 1469, agosto 3 de 1978), llevada a cabo entre 1989 y 1991, en la cual participó la Facultad de Educación de la Universidad del Magdalena, junto con otras ocho universidades. El tema suscitaba dilemas y debates que se pudieron aterrizar a nuestra realidad territorial, gracias a los aportes que se materializaron en ese trabajo. De ese modo, poco a poco, Carmelina se fue constituyendo en figura emblemática en esa Alma Mater.
Se ha caracterizado siempre por su espontaneidad y sensibilidad. No es extraño que de un momento a otro derrame una lágrima cuando algo toca sus fibras, la conmueve o la afecta positiva o negativamente. Entonces se emociona. En ese marco se trae nuevamente a la memoria otra diciente estrofa de la escritora María Helena Walsh
EN UNA CAJITA DE FÓSFOROS
“Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada una lágrima,
y nadie, por suerte, la ve.
Es claro que ya no me sirve.
Es cierto que está muy gastada.
Lo sé, pero que voy a hacer,
tirarla me da mucha lástima”.
Es sencilla, carismática, poseedora de un gran espíritu de servicio. Siempre está dispuesta al diálogo y al trabajo. Como mujer de gestión logra alcanzar lo que se propone.
Más allá de una fría relación laboral, Carmelina sabe establecer vínculos de afectividad y empatía con sus colegas, desplegando así, sus dotes de inteligencia interpersonal, que de hecho la destacan y le permiten hacerse querer.
Archivo personal de Carmelina Paba
Fecha: agosto 1995
Lugar: instalaciones de la Universidad del Magdalena
Carmelina con su colega y amiga Carmen Yadira Romero Ávila (q.e.p.d. fecha de fallecimiento 8 de abril de 2007) y Ligia Sánchez Castellón compartiendo ideas en torno a los orígenes y futuro de la educación a distancia en la Universidad del Magdalena.
Ceremonia de graduación de la especialización en Metodología de la Enseñanza del español y la Literatura. Convenio Universidad de Pamplona – Universidad de la Magdalena. 1995.
Fotografía: archivo personal de Ligia Sánchez
Como amigas de vieja data hemos transitado y compartido momentos cruciales en nuestras vidas, unos de felicidad y otros de tristeza, nuestras familias hemos sentido sus muestras de solidaridad y aprecio.
En 1995, en los marcos de uno de esos momentos críticos, de máxima vulnerabilidad, muy sensibles e inevitables, a los que todos los seres humanos nos vemos expuestos y nos sustraen de la realidad laboral, paradójicamente surgió la posibilidad de participar en una convocatoria de formación de maestros, efectuada por el MEN. Pese a las circunstancias adversas, sacando fuerzas de donde no las tenía, Carmelina levantó cabeza para dar directrices al respecto. Finalmente, se pudo aplicar con éxito a dicha convocatoria que dio origen a dos proyectos: 1.) “Fortalecimiento de la Educación Básica en el departamento del Magdalena”. Convenio COL/93/021. Departamento del Magdalena. Agente financiero: Programa para de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- principal agencia de la ONU para el desarrollo internacional. 2.) Fortalecimiento del Programa Escuela Nueva”. Convenio de cofinanciación N° 1254/94, celebrado entre el Fondo de Cofinanciación para la Inversión Social - FIS y el departamento del Magdalena, originado en la propuesta “Fortalecimiento Escuela Nueva” gestionada por Carmelina en la Universidad del Magdalena.
Estos proyectos, estuvieron permeados por la mirada aún incipiente de la investigación y fueron desarrollados gracias al trabajo en equipo, el cual aún perdura. La ejecución de dichos proyectos, fue cofinanciada por el MEN, La Universidad del Magdalena y la gobernación del Magdalena. Estas experiencias representaron desafíos, que a través de la gestión de Carmelina se pudieron sortear: pocas herramientas tecnológicas y de comunicación para el desarrollo y seguimiento al proyecto con participantes como maestros de transición, primaria, secundaria, media, aulas multigrado, ubicados en el departamento del Magdalena, resistencias actitudinales frente a las exigencias escriturales para llevar bitácoras, diarios de campo o registros de las prácticas de aula, extrañamiento de los participantes para asumirse como docentes investigadores reflexivos a partir de sus propias prácticas pedagógicas, como una alternativa para generar procesos de formación de maestros. Las expectativas de los docentes estaban más apegadas a las prácticas de ‘capacitación’ tradicionales, pocas investigativas. Finalmente, muchas voces encontradas desde las instancias cofinanciadoras.
La profesora Amalbis Cuello, expresa: son tantas características que uno se queda corto al describir a Carmelina.
Carismática educadora
Alma de mucha nobleza
Rutilante es tu grandeza
Mujer pura como la aurora
El creador te consagró
Luminaria del saber
Infinito es tu amor
Natural te haces querer
Alma de virtuoso corazón
Acróstico elaborado en 2022 por la docente Amalbis Cuello en honor a Carmelina
Al mismo tiempo, estas situaciones constituyeron grandes oportunidades de aprendizajes, al permitirnos interactuar con maestros de diferentes lugares de este ente territorial, especialmente provenientes de las zonas rurales, conocer sus idiosincrasias, particularidades, modos de vida, prácticas pedagógicas propias; así como también, conocer a maestras – investigadoras de la talla de Gloria Rincón Bonilla (q.e.p.d.), docente de la Universidad del Valle e integrante de la Red para la Transformación de la Formación Docente en Lenguaje.
Esta experiencia dio lugar a otro trabajo: “Los niños pequeños, autores”, uso social pensado para promover un cambio de paradigma en relación con el aprendizaje inicial de la lengua escrita que permitiera abandonar las prácticas mecánicas y repetitivas sin función social comunicativa.
Texto, del cual se hizo presentación a nivel nacional e internacional (Santa Marta, Riohacha, Maicao, Chiriguaná. Maracaibo Universidad del Zulia).
Archivo personal de Ligia Sánchez Castellón
Lanzamiento del libro: ‘Los niños, pequeños autores’. Santa Marta, 1998
Organizado por docentes
Carmelina posee una especial agudeza para dialogar, sintonizarse, reconocer y respetar las capacidades y talentos de los otros. En este sentido, a través de los 16 proyectos de investigación, 12 libros y capítulos de libros, 18 artículos y 6 ponencias que ha realizado entre 2007 a la fecha, el impulso a convenios con la Universidad del Valle para la formación de doctores en Psicología, e internacionales en este mismo sentido, conoce en profundidad, la importancia del giro que toman las Ciencias, puesto que el conocimiento no es estático. Es el caso de la Psicología, al reconceptualizar el tema de las inteligencias y dar cabida a las inteligencias múltiples, la inteligencia reformulada, la inteligencia emocional, las diferencias individuales, el contexto, la cultura y los procesos cognitivos. Al respecto Varela, en El Fenómeno de la vida (2000), señala:
(…) Lo que les falta a los robots no es memoria o lógica, es la simple capacidad de ver, de hacer movimientos en función de la percepción del entorno. El experto en ajedrez no es el héroe que hay que imitar, el experto es el bebé. Los bebés desprovistos de conocimiento abstracto se desenvuelven muy bien en su entorno... Lo sorprendentes ha sido descubrir que el secreto de la capacidad cognitiva y adaptativa no está en las lógicas, no está en lo abstracto, no está en la simple manipulación: es la capacidad de desenvolverse con el mundo, de buscar, de orientarse, de evitar. El conocimiento no es un conjunto de procesos mentales abstractos, cuya realización más pura serían los jugadores de ajedrez… El jugador de ajedrez me parece, por el contrario, elemental. Las reglas son fijas, en un mundo que ni se mueve, y dentro de esas reglas, sólo basta con calcular. (p.44, 47)
Alrededor de esas ideas, ha germinado la reflexión y reconceptualización de otro tema, el referido al desarrollo, asunto que ha estado apegado, de una parte, a concepciones biologizantes, etapistas, a manera de carrera de obstáculos, a visiones clínicas y a ideologías que dejan de lado otro tipo de hechos y dimensiones de la vida social y cultural, las cuales, uniforman el comportamiento y se perpetúan como mecanismo de dominio en discursos que han tenido una fuerte influencia en la sociedad, la educación, en los enfoques y en las prácticas pedagógicas.
Constituye un desafío retomar estas reflexiones al servicio de nuevas configuraciones socio-culturales, con el propósito de ampliar horizontes de paz y hacer conciencia sobre aquellos prejuicios que se traducen muchas veces en violencia simbólica y formas de negación al otro, que en suma es la negación de sí mismo y de la historia.
Como una verdadera pedagoga, Carmelina guía y acompaña a sus estudiantes en sus procesos de desarrollo personal, social y profesional, promueve en ellos valores humanos y el deseo de superación permanente que los lleva a alcanzar metas en el mundo de la academia, familiar y laboral. Es, fecundadora de toda una descendencia de académicos e investigadores. Sus estudiantes, colegas, directivos, la quieren, reconocen, admiran y siguen.
Posteriormente, con el crecimiento de la Universidad en función de sus propósitos misionales y para dar respuesta a las necesidades del contexto, Carmelina con gran entusiasmo hizo parte del proyecto de creación de nuevos programas. Gestó y lideró el nacimiento y puesta en funcionamiento del programa de Psicología desde el cual, de manera constante, ha hecho grandes e innegables aportes como académica e investigadora de estos procesos. De esta forma se ha ganado el aprecio y el reconocimiento de la comunidad académica y científica local, nacional e internacional.
Uno de los primeros egresados de este programa, el psicólogo Eliú Fajardo, dice lo siguiente:
Hablar de Carmelina Paba Barbosa, es referirnos a una institución de la Psicología a nivel local, nacional e internacional, pues su legado se ha transformado en una referencia para todos los que nos enamoramos de la profesión y aportamos en la construcción de nuestra disciplina científica. Sus pilares, la ética, la investigación y la excelencia son hoy valores que practico en mi quehacer diario, gracias al ejemplo y dechado que nos ha inculcado la doctora Carmelina. Para mí es motivo de orgullo conocer también a la mujer que con templanza y mucho afecto se ha rodeado de personas que la aman, la cuidan y mantienen sus banderas en lo más alto.
Ha brindado apoyo a la maestría en Educación del Sistema de Universidades Estatales del Caribe -SUE Caribe-, al doctorado en Educación, –CADE Universidad del Magdalena – RUDECOLOMBIA; participó en la elaboración de la línea de investigación “Cognición y Educación” del Doctorado en Educación, Interculturalidad y Territorio. Ha sido Jurado evaluador de trabajos presentados a la convocatoria PREMIO ASCOFAPSI-Asociación Colombiana de Facultades de Psicología-A LA INNOVACIÓN DOCENTE (2020 y 2022), ha dirigido tres tesis de maestría y una de doctorado.
Una de sus estudiantes en el programa de maestría, Berta Charris Olivo, expresa lo siguiente:
Agradecimientos a una gran maestra
En ocasiones nos suceden cosas maravillosas a las cuales les restamos importancia o se las damos de manera momentánea. Sin embargo, con el paso del tiempo miramos atrás y reconocemos que éstas nos han permitido un progreso significativo, evidenciamos cuan pertinentes han sido para el logro personal y profesional, entonces comprendemos que cada esfuerzo, cada gota de sudor, los momentos de tristeza, frustración y tropiezos se compensan con el regocijo que producen las metas cumplidas pese a las dificultades anteriores, y por supuesto, también al apoyo de las personas que guían estos procesos. Mi reconocimiento hoy es para ese ser humano que ha sido significativo en una de mis metas cumplidas, ¡ser magister!
Por tal motivo, les quiero hablar de la doctora Carmelina Paba Barbosa, docente con valores innumerables que la caracterizan: paciencia, carisma, entusiasmo, empatía, humildad, sinceridad, sencillez entre otros, los cuales desarrolla de manera tan natural que te llevan a aminorar las cargas y te motivan cada día a hacer las cosas mejor sin sentirte presionada, con la convicción de que ella te dará una aprobación favorable. La doctora dirigió mi tesis de maestría titulada “Estrategias Didácticas para Fortalecer los Procesos de Velocidad y Fluidez de la Lectura en voz alta, en los estudiantes del grado quinto de la Institución Etnoeducativa Distrital Intercultural La Revuelta- Sede Ishkue”.
Recuerdo que cuando me enteré de ello sentí una gran emoción, dado que había escuchado hablar mucho de sus cualidades y capacidades, en ese momento necesitaba una persona que me orientara adecuadamente y estoy convencida de que Dios guió esa decisión; es ahí donde comienza esta aventura.
Deseo subrayar, que al reunirme con la doctora Carmelina por primera vez, inmediatamente supe que esta era la persona idónea para llevar a feliz término el proceso que estaba adelantando. Al momento de realizar la respectiva presentación, ella humildemente no hizo mención de la lista de todos y cada uno de los títulos que la abanderan como docente con una experiencia excepcional; sin embargo, yo si había estudiado su hoja de vida y pude evidenciar su sencillez. Ella me pidió que le explicara un poco sobre lo que tenía pensado investigar y le fuera presentando las ideas de cómo abordarlo. Es allí donde comenzó a plantearse en mi mente ese mapa que en rutaría el proyecto.
Por su parte, la doctora dio a conocer lo que ella consideraba como una buena investigación, hablando de las etapas de la misma y los elementos que se requieren para ello. No puedo negar que al inicio entré en pánico, sin embargo, esta docente paró un momento para darme ánimos y reconocer mis fortalezas. En ese instante reflexioné en el papel tan importante que tiene un gran maestro, éste te puede hacer desistir de algo o animarte a seguir. Hoy puedo decir convencida que sus orientaciones, cada palabra de aliento, de motivación, de creer en sus alumnos, aportan fuerzas para continuar e impulsan contantemente a perseguir la meta sin pensar en rendirse.
Para finalizar, expreso mis agradecimientos a Dios por darme la gran oportunidad de haber contado con esta gran maestra en este hermoso proceso, el cual me ha abierto puertas y me ha hecho reconocer la importancia de reflexionar frente a las metas que nos trazamos y logramos llevarlas a feliz término, pero lo más valioso, reconocer que en este progreso hay personas involucradas y que sin ellas es difícil lograr lo propuesto. Por todo y mucho más, gracias mi profesora Carmelina Paba Barbosa.
Otra de sus estudiantes de maestría dice lo siguiente:
A la profe Carmelina la recuerdo en dos facetas: 1.)- Como docente, la recuerdo como promotora del pensamiento crítico, exigente en calidad argumentativa y asertiva en su retroalimentación. 2.) - Como persona hice lecturas de una mujer apasionada por la investigación, inquieta por el progreso en calidad educativa, y por supuesto, digna representante de la mujer caribe elegante, ecuánime y mágica.
Entre sus últimas publicaciones en coautoría, las cuales están dirigidas directamente a la formación de maestros de educación inicial y básica, se encuentra el libro: “El aprendizaje inicial de la lengua escrita: La función semiótica de las imágenes visuales” y los siguientes artículos:
“¿Cómo aprendieron a leer y a escribir los maestros que enseñan a leer y a escribir en territorios rurales?” (2022). Ruta Maestra – Santillana – Ed- 34 – p.p.190 – 197- ISSN 2322-7036.
“Hacia la Evaluación Formativa en la Pedagogía por Proyectos, durante y después de la pandemia” (2021). Ruta Maestra – Santillana – Ed-33. p.p. 148-157 - ISSN 2322-7036 diciembre de 2021.
“Práctica Pedagógica y Lengua Escrita: una búsqueda de sentido”. Revista folios N° 37 primer semestre (2013) pp. 17-25. Universidad Pedagógica, Bogotá. ISSN: 0123-4870.
Ciudadana del mundo, no ha perdido el contacto con las sanas costumbres de su tierra natal, Chiriguaná; Carmelina es un vivo ejemplo de esa persona que conserva la esencia de sus raíces, el sentido de pertenencia a su pueblo, el orgullo de su identidad y el inmenso amor a su familia, nicho en el cual cultivó valores, aprendió a recibir y dar afecto en abundancia.
Es evidente su añoranza por ese entorno que la vio nacer y crecer en todos los sentidos. Como sacada de una obra literaria latinoamericana y del Caribe, su hermosa casa grande.
Fuente: archivo de la familia Paba Barbosa. Casa paterna donde disfruta parte de su tiempo no laboral. Chiriguaná, Cesar (2023)
Al centro, adornando el patio, verdes y vigorosas plantas, colgantes unas, en materas (vasijas, cuencos) otras y el acogedor kiosco invitando al descanso al suave vaivén del chinchorro y de la hamaca, son testigos todos estos elementos de una familia unida por lazos de amor y solidaridad.
Fuente: archivo de la familia Paba Barbosa
Lugar su casa de Chiriguaná, Cesar (2023)
Jocosamente evoca recuerdos anecdóticos de sus viajes en tren o en bus hacia la ciudad de Tunja, cuando estudiaba en la UPTC, cargando cajas que contenían como un tesoro, parte de los sabores, olores, colores y texturas de su sencillo mundo, de lo propio, de lo autóctono, que en esencia representa la diversidad de Colombia y del Caribe, territorios insertos en la realidad latinoamericana; esas anécdotas contadas por ella, recrean en quienes las escuchamos, historias insólitas al estilo macondiano, en las cuales, de manera magistral García Márquez nos presenta en particular, en una de sus obras, la variedad de la gente que habita en esta región, una manera de aprehender nuestra realidad, que Carmelina ha sabido valorar: “los gaiteros de San Jacinto, los contrabandistas de La Guajira, los arroceros del Sinú, las prostitutas de Guacamayal, los hechiceros de la Sierpe y los bananeros de Aracataca” (García Márquez 2001, p.46). Más adelante este autor menciona a:
(…) las lavanderas del San Jorge, los pescadores de perla del Cabo de la Vela, los atarrayeros de Ciénaga, los camaroneros de Tasajera, los brujos de la Mojana, los salineros de Manaure, los acordeoneros de Valledupar, los chalanes de Ayapel, los papayeros de San Pelayo, los mamadores de gallo de La Cueva, los improvisadores de las Sabanas de Bolívar, los camaroneros de Rebolo, los bogas del Magdalena, los tinterillos de Mompox. (García Márquez 2001, p. 52).
Hoy, solo podemos brindarle palabras de respeto, admiración y agradecimiento a esta maestra de maestros, psicóloga, maestra de psicólogos y otros profesionales, que han pasado por sus aulas por su aporte desde la academia, la investigación y sobre todo desde el plano de lo humano para que, en este país, podamos por fin vivir en paz y que se cumpla la profecía del presidente Petro “Colombia sea Potencia Mundial de la vida”. Para ello, la educación para la paz es un factor fundamental.
Finalmente, parodiando el poema de Mario Benedetti (2021), Carmelina es “Un ser lleno de saber, graduada en la escuela de la vida y en el tiempo que le dio el postgrado. Subió al árbol de la vida. Cortó de sus frutos lo mejor.
Su legado no solo es importante por su impacto científico sino también por su influencia en la formación y motivación de miles de jóvenes del Caribe colombiano.
Al centro, Carmelina rodeada de integrantes del grupo de investigación - Cognición y Educación- promoviendo el Semillero de nuevos jóvenes investigadores. Universidad del Magdalena – 2022-
Archivo personal de Carmelina Paba.
Con algunos de sus primeros discípulos
Ubaldo Rodríguez y Kelly Obispo, hoy doctores en áreas de la Psicología
Instalaciones de la Universidad del Magdalena – 2022
Archivo personal de Carmelina Paba
Universidad del Magdalena (2022)
Momentos del acto presidido por el rector de la Universidad del Magdalena, doctor Pablo Vera Salazar, doctor Jean Linero Cueto, director de Gestión del Conocimiento de Minciencias, hoy Vicerrector de extensión y el doctor Jorge Elías Caro, vicerrector de Investigación mediante el cual se inauguró el moderno laboratorio de Neurociencias Cognitivas y Psicobiología y la Plataforma de promoción y atención en salud mental ‘+ Mente sana, gracias a la gestión adelantada por la profesora Carmelina Paba y un grupo líder integrado por los doctores Ubaldo Rodríguez de Ávila y Zuany Paba Argote. También estuvo presente la ex vicerrectora académica, Dra. María Dilia Mieles, integrante del grupo Cognición y Educación. Fuente: Publicación del 24/04/2022 08:16 PM realizada por la Dirección de Comunicaciones de la Universidad del Magdalena.
La profesora Carmelina Paba acompañada del señor rector de la Universidad del Magdalena, Dr. Pablo Vera Salazar, algunos miembros del grupo de investigación Cognición y Educación, entre ellos el grupo líder del proyecto integrado por los doctores Ubaldo Rodríguez de Ávila y Zuany Paba Argote, el cual hace parte del Plan de Desarrollo UNIMAGDALENA COMPROMETIDA
Fuente: Publicación, 24/04/2022, 08:16 PM realizada por la Dirección de Comunicaciones de la Universidad del Magdalena.
Referencias bibliográficas
Álvarez Gallego. A. … Y la escuela se hizo necesaria. En busca del sentido actual de la escuela. (1995). Cooperativa Editorial Magisterio. -SOCOLPE-
García Márquez, Gabriel (2001). Los Funerales de la Mamá Grande. Buenos Aires.
Devia-Cárdenas, J. A. (2018). La biopedagogía: una mirada reflexiva en los procesos de aprendizaje. Praxis & Saber, 9(21), 179–196. https://doi.org/10.19053/22160159.v9.n21.2018.7862
Medina Bejarano, R., (2017). Bioaprendizaje y educación intercultural. Sofía, 13 (1), 47-54.
Varela, F. (2000) El Fenómeno de la Vida. Santiago de Chile, Editorial Dolmen.
Biodata
Ligia María Sánchez Castellón: cursos de doctorado en Ciencias de la Educación, CADE, Universidad del Magdalena -RUDECOLOMBIA- Magíster en Enseñanza del Lenguaje y la Lengua Castellana. Universidad del Magdalena. Especialista en Metodología de la Enseñanza del español y la Literatura. Universidad de Pamplona- convenio Universidad del Magdalena. Docente catedrática, grupo de investigación Cognición y Educación, Universidad del Magdalena. Docente Tutora Programa, Todos a Aprender, MEN, Coordinadora Nodo Caribe/Magdalena, Red para la Transformación de la Formación Docente en Lenguaje.
Emilce Beatriz Sánchez Castellón: Doctoranda en Ciencias de la educación -RUDECOLOMBIA- Universidad de Cartagena, Magister en Ciencias Sociales, Universidad de La Guajira, Colombia, Especialista en: Gestión gerencial, Universidad de Cartagena, Colombia, Evaluación escolar, Universidad de La Guajira, Colombia, Pedagogía para el desarrollo del aprendizaje autónomo (UNAD-CAFAM), Colombia, Licenciada en Ciencias Sociales, Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia. Grupo de investigación -Aa’in- Principio motor de vida. Coordinadora del Semillero de investigación Historias de vida de maestras. Editora y directora general de la Revista ENTRETEXTOS.
[1] En adelante, maestros
[2] Hasta aquí se da cuenta del uso de herramientas en sus primeras décadas de trabajo. Posteriormente aparecieron otras herramientas hasta llegar a la era del uso del tablero inteligente, el correo electrónico, las diapositivas, el Video beam, las video llamadas y las últimas tecnologías que se dispararon a raíz del distanciamiento social obligatorio ocasionado por la pandemia que produjo el Coronavirus19.