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Perspectivas desde la complejidad y ciencias sociales. Comentarios y reflexiones
Perspective from the complexity and social science. Comments and reflections
Entretextos, vol. 17, núm. 32, 2023
Universidad de La Guajira

Reseñas de libro

Entretextos
Universidad de La Guajira, Colombia
ISSN: 0123-9333
ISSN-e: 2805-6159
Periodicidad: Semestral
vol. 17, núm. 32, 2023

Todo lo publicado por revista Entretextos puede ser utilizado por cualquier medio respetando los términos de la licencia con la cual se publica.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

La Ciencia, considerada como la herencia de la humanidad en general, es un ejemplo de un proceso histórico de muy larga duración que se ha ido conformando de manera no-lineal y discontinua (caracterizada por largos periodos históricos en los que pueden o no haber desarrollos en diferentes rubros). Asimismo, se debe reconocer que los adelantos científicos y tecnocientíficos en general, buscan cubrir dos situaciones concretas: 1) Desarrollar los medios necesarios para poder apropiarse (de ser necesario violentamente) de los recursos ajenos, que son necesarios para la subsistencia del sistema; seguido por 2) El dominio y acceso a los medios de producción de los alimentos y otros recursos que requiere el mismo sistema. Prueba de lo anterior, es que actualmente seguimos gozando de gran parte de la herencia del periodo de la revolución Neolítica, como es: la escritura, la agricultura y la cacería (aunque sea deportiva).

Fue en la década de los 40´s, bajo el contexto de la competencia armamentista entre las potencias europeas de la Segunda Guerra Mundial, que los conocimientos y demás avances de la física mecánica, se vieron superados a fin de abrir la puerta a lo que ahora se conoce como la física cuántica, la cual otorgó el ingreso de la humanidad a la era atómica. Sin mencionar, que otros de los desarrollos tecnocientíficos de este periodo y subsecuentes, fue el código binario, el desarrollo computacional, el desarrollo de misiles a largo alcance (que a su vez, permitió considerar la idea de los viajes espaciales) y otros desarrollos en las disciplinas de la medicina, la psicología, la antropología, la sociología, las ingenierías y muchas más.

Sin mencionar que ese contexto sentó las bases teóricas de lo que ahora se llaman “Teorías de la complejidad”. Las cuales, a partir del desarrollo de las metodologías inter y transdisciplinaria, buscan tender puentes comunicantes entre disciplinas de disimiles áreas (isomorfismos), mismas que históricamente han sido segmentadas, delimitadas y parcializadas, so pretexto de acceder a la llamada cientificidad-objetiva que solo la cuantificación puede otorgar; ¿Será necesaria la cuantificación para poder alcanzar la anhelada cientificidad o la validez de los avances entre los grupos académicos? ¿Será posible que se puedan sugerir aportes que logren establecer un discurso coherente y fundamentado en el aspecto teórico entre disimiles ciencias? ¿Qué tan posible y pertinente es tratar de hacer las extrapolaciones de conceptos, modelos y propuestas teóricas para insertarlas en análisis de otras áreas disciplinares? Son algunas de las preguntas que se encubren en el libro Perspectivas desde la complejidad y Ciencias sociales; el cual es el resultado de las confrontaciones paradigmáticas (escritas y verbales) que se suscitaron como parte del 1er. Congreso Internacional Transdisciplinariedad, Complejidad y Educación, celebrado en El Colegio de Morelos (COLMO), Cuernavaca, Morelos, México. Ese manuscrito coordinado por Morales Prado, W. L. y Valdez Bubnova, T., está formado por 11 artículos que están distribuidos en tres temáticas centrales (la educación, la metodología y los estudios de caso), y aunque no se anuncia públicamente esta distribución en el índice, el orden de los contenidos de cada uno de los artículos, así lo sugiere:

Las primeras cuatro aportaciones (redactadas por Colom-Ballester, Santos Rego, Maldonado y Cándida Morales, respectivamente) centran la atención de sus reflexiones y demás debates al tema de la educación, pero de manera específica tanto el primer como el segundo aporte se enfocan en la correlación de ese tema general y el análisis desde la óptica de los sistema complejos adaptativos o simplemente como sistema y su vínculo con la ecología de saberes, respectivamente. Por su parte el trabajo de Maldonado, comienza presentando una sucinta reflexión histórica sobre la educación y la ciencia, enfatizando que la educación es un fenómeno complejo, pero que ha sido recurrentemente analizado por la corriente del pensamiento complejo, y el autor no duda en enunciar la serie de errores que comete esa corriente, a fin de sugerir la posibilidad de atender y analizar la temática de la educación desde las ciencias de la complejidad.

Finalmente, el aporte de Cándida Morales en oposición a la postura de Maldonado, hace una férrea descripción de la obra del Edgar Morin (El Pensamiento Complejo), con el detalle de que deja muchos cabos sueltos, una serie de preguntas implícitas que no encuentran respuesta en su reflexión, además de sugerir una cadena de afirmaciones, extrapolaciones y comentarios que a pesar de ser sugeridos o recuperados por autores reconocidos en temas de la complejidad, la forma en que la autora los emplea y descontextualiza provocan que muchas de esas mismas afirmaciones y acotaciones no se puedan sostener teórica y argumentativamente. ¡Eh ahí el primer ejemplo de que las investigaciones en campos de la complejidad son completamente opuestas al relativismo epistémico!, ya que el hecho de usar palabras rimbombantes (isomorfismos), extrapolar categorías y principios de otras disciplinas, pero sin el debido tratamiento que otorgan los análisis de contenidos, genera un discurso poco fundamentado y erróneo sobre la base de los mismos y otros autores que se mencionan, a pesar de que la reflexión tenga una oportuna y coherente redacción que no es lo mismo a argumentación y fundamentación, por ende: complejidad no es un sinónimo de relativismo.

La segunda sección del libro, está destinada a la presentación metodológica. Lo que lo hace un interesante contraste frente a los cuatro capítulos previos, los cuales ahondaron en aspectos teóricos y reflexivos. En ese sentido, el quinto aporte que fue presentado por Dieleman, explota un problema antaño y vigente en todas las investigaciones, sean de corte disciplinar o con miras a ser estudios que acojan las teorías de la complejidad, es decir: el ¿cómo se hace? ¿cómo es que se debe atender? ¿Qué metodología se debe de acoger? ¿Cuál es el enfoque sugerido? Por lo que el autor, justo después de dar un sucinto recorrido por los tipos de metodologías, rescata y enfatiza la opción de la transdisciplina como medio que logra establecer una oportuna confluencia en la relación sujeto investigador-objeto investigado-sujeto (investigado e investigador) a fin de detonar mediante la construcción de extrapolaciones teóricas -los llamados isomorfismos-, las formas para la obtención de los “datos calientes” -concepto que recupera de Nicolescu, para referirse a los datos que se obtienen de manera directa en las investigaciones experimentales, pero también empíricas-.

El sexto aporte (redactado por Rosemberg), consiste en recuperar la herramienta etnográfica de los análisis de una situación social de Max Gluckman, la cual tiene la finalidad de identificar a los actores, sus roles, las instituciones y la conformación de grupos de poder en un fenómeno social concreto, pero lo trascendente es que fusiona esa herramienta etnográfica con la teoría de redes, específicamente su apartado de los seis grados de separación, a fin de conocer y estudiar las razones que permiten que grupos que están en oposición se reestructuren, incrementen el número de sus miembros (sea mediante alianza matrimonial, parentesco ritual u asociación). Y posteriormente, ese autor sugiere la categoría de las redes sociales complejas, siendo un claro ejemplo de isomorfismo teórico y metodológico que encontró su aplicación e implementación en una tesis de grado, como lo comentó el mismo autor.

El resto de los aportes centran su atención a los estudios de casos, como son: la formación de un centro de estudios transmodernos (Guzman Díaz), la literatura (Sorókina), el análisis del sistema judicial (Ramírez López-Sánchez Herrera), las expresiones artísticas urbanas del graffiti (Pedroza Amarillas) y las relaciones asimétricas de los estudios del género en el cine latinoamericano (Arzate), todos los anteriores desde la óptica de las teorías de la complejidad. Lo que lo hace una serie de apuestas e intencionalidades sumamente interesantes. Sin embargo no en todos los casos se logró el cometido, como ocurrió en los aportes de Guzmán Díaz, Pedroza Amarillas y Arzate, ya que el hecho de usar categorías, enunciar autores y recuperar conceptos, pero sin la oportuna reflexión o análisis de contenidos que amerita, provoca que las argumentaciones y demás descripciones se tornen más propias del relativismo epistémico, caracterizado del detalle de que todo puede entrar o se puede integrar en el discurso, y que es una postura totalmente opuesta a las teorías de la complejidad y los análisis de contenidos que les respaldan.

A manera de conclusión, el aporte que coordinaron Morales Prado-Valdez Bubnova en más de un sentido recupera y presenta una riqueza teórica y metodológica, también permite observar y considerar el papel del error en las investigaciones, siendo otras de las cualidades que se ha reivindicado del paradigma simplificador frente a los estudios de la complejidad.

El libro motivo de esta reflexión, perfectamente puede ser integrado y estimado para su uso en diferentes investigaciones, cursos, talleres y demás seminarios; incluso los artículos que se han calificado de relativistas y poco fundamentados permiten prevenir a otras y otros investigadores sobre los posibles errores que se pueden cometer al retomar las posturas, teorías, categorías y demás autores que se han asociado o centrado a los estudios de la complejidad, sea como problema o paradigma. A saber: que el seductor canto de las sirenas, provocan que recurrentemente se naufrague en los mares del relativismo, si es que no se hace un uso adecuado de los análisis de contenidos, las fundamentaciones y las metodologías que se han sugerido para los estudios en las teorías de la complejidad.

Notas

Referencias bibliográficas Morales Prado, W. & Valdéz, T. (coords.) (2020). Perspectivas desde la Complejidad y Ciencias Sociales. Centro de Estudios de la Complejidad “Carlos Maldonado”; Editorial El Colegio de Morelos.


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