Perfiles

Describir el perfil de Milagros Elena es ser coherente con su profesionalismo, hacer y vida; si, con su legado que arde en cada estudiante que en nuestra amada Universidad de Oriente (UDO) en el Departamento de Matemáticas, que recorre el mundo y varios tesistas de otras universidades. Como su amigo de muchos años, casi todos los que la homenajeada ha recorrido en la UDO; tengo el honor de haber culminado mi carrera de matemático en su tutoría, en la que recuerdo su alegría en los bomberos de la UDO, allí discutimos, ella describe en una de sus publicaciones, cita textual: “en ese jardín donde la pereza intelectual pasa lejos en el eminente empeño por la lógica dialéctica, el análisis, las probabilidades no pude ver la discusión de mi tesista Andrés Antonio Velásquez Gutiérrez el matemático que discutió en los Bomberos de la UDO; pues ya no tenía el terruño al cual regresó a mostrarle en una mención Honorífica que ni el tiempo borra a los que actuamos de buen corazón y nos entregamos a Dios. Les digo, tampoco tenemos los bomberos de la UDO, que bien merecieron ver la mención honorifica en esa mañana hermosa en sus legendarias instalaciones un 13 de diciembre de 2019, en la que como tutora entre cantando: la montaña se moverá porque Jesucristo ha entrado a los bomberos de Cumana”[1].

Si, en esas palabras narra su dolor por el epistemicidio ocurrido en la UDO. De ese corazón es Milagros Elena; autentica que no puede vivir la vida bajo el disfraz de la politiquería y la conveniencia. Puedo dar fe que es entregada y conectada con su sensibilidad y amor por la humanidad, si, ser cristiana para Milagros Elena es tocar las vidas en una complejidad de amor y lucha, una entrega que pocos pueden tener; y es al mismo tiempo la docente, investigadora, aficionada al arte culinario y la fotografía; doliente del otro. No se puede hacer el perfil de una mujer tan versátil y coherente sin hablar de todo su ser.

Milagros Elena recorre y bebe palmo a palmo su amada Venezuela en un sentipensar decolonial planetario en el que en sus indagaciones deja su sello de ser venezolana, su defensa por el país que sueña verlo realizado a la altura de la grandeza que en su alma lo imagina, y que sabe Dios ha regalado a la hermosa nación. Así, ella ha tocado las fibras de su ser con cada dolor ajeno. Pensar, ser y hacer, van siempre en ella como ser digno que ejemplifica un presente y un futuro más humano. Todas estas categorías las recorre en sus publicaciones, en una versatilidad y amplitud digna de mujer compleja amparada en los brazos de Jesucristo y su magnífica sabiduría.

Incursiona con su vida cristiana, jamás religiosa, en sus indagaciones con la categoría ecosofía a la que en los tiempos actuales da un engrandecimiento a sus obras: ¿Qué voces estás escuchando?[2] Está en consonancia con la liberación que ratifica en: Paulo Freire en el sur: la utopía en la praxis en el centenario de su nacimiento[3], que desde luego en sus Entramados rizomáticos de los sistemas de numeración Egipcios y Mayas[4], entiendo que ratifica la autora la planetariedad a la que las ciencias deben salvaguardar con los aportes de las civilizaciones; en la que el Sur no debe cometer el error de no contar con Occidente, imitando a este desde 1492. Sin duda, su defensa por la matemática la plasma en cada instante. Es como en su segundo estudio de Postdoctorado lleva sus líneas de investigación que trastocan los tradicionalistas que siguen empeñado en usar la ciencia como objeto de poder. Ese es el talante de la investigadora homenajeada.

Sin duda, de cómo podemos retomar la homenajeada es cristiana desde su ser complejizado con el Espíritu Santo, orgullosa de ser venezolana. Cuenta con los siguientes estudios postdoctorales en: las nuevas tendencias y corrientes integradoras de pensamiento y sus concreciones en la Universidad José Martí de Latinoamérica, Cuba-México; Educación Matemática, Pensamiento y Religaje en la Transmodernidad de la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy, Venezuela; Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armada. Es Doctora en Patrimonio Cultural, Universidad Latinoamericana y el Caribe; Doctora en Innovaciones Educativas, Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armada. Magister Scientiaurum en Matemáticas, Universidad de Oriente y Licenciada en Matemática de su amada Universidad de Oriente. Docente Investigadora titular a dedicación exclusiva del Departamento de Matemáticas. Docente de Postgrado Universidad de Oriente.

Es de resaltar que en los momentos se desempeña como Tutora externa en Multidiversidad Mundo Real Edgar Morín, México, por cierto feliz de recorrer con investigadores el legado de la luciérnaga Edgar Morín, el investigador que tanto admira. Es Miembro del Instituto Científico Francisco de Miranda, Budapest, Hungría. Cuenta con más de 250 investigaciones publicaciones en revistas científicas arbitradas, nacionales e internacionales indexadas de alto impacto, más de 30 libros y capítulos publicados. Es árbitro y miembro editorial de Revistas nacionales e internacionales, tallerista. Editora invitada. Conferencista e innovadora internacional.

Es un prodigio de la investigación contando con las líneas: educación-transepistemologías transcomplejas; economía-administración-gestión- y finanzas transcomplejas; análisis de regresión y variables dummy; matemática-cotidianidad-y pedagogía integral; transdidáctica transdisciplinaria de las ciencias y desarrollo complejo; Educación Patrimonial Transcompleja; Educación Matemática Decolonial Transcompleja; transepistemologías de los conocimientos-saberes y transmetodologías transcomplejas y Paulo Freire: el andariego de la utopía en las transmetodologías. Todo ello ha hecho que recientemente el AD Índice Científico 2022 le conceda el primer lugar en todos los índices en la Universidad de Oriente.

Y aquí en el interior del Estado de São Paulo, en la pequeña ciudad de Itapetininga, creo que poco puedo aportar al perfil que ha trazado hasta ahora mi amigo Andrés. Escribir sobre Milagros Elena Rodríguez no es tarea fácil, pues como investigadora ha profundizado y continúa haciéndolo en varias áreas del conocimiento humano. De esta forma, lo que se produce dentro de lo que convencionalmente podría llamarse ciencia es una ciencia plural y compleja; como es la vida.

En lugar de ceder a la especialización de su formación inicial, Milagros optó por investigar en otros campos (arbitrariamente segregados por la lógica moderna), tomando conciencia de parte de la complejidad humana, dándose cuenta de que cuanto más sabe, más lejos está de saber efectivamente sobre humanidad.

Por eso escribe desde transmétodos, es decir, métodos que van más allá... más allá de lo ya establecido como líquido y cierto. Los transmétodos desafían a los métodos porque traen los resultados ya conocidos, que se pueden sintetizar en un mundo imperialista, colonizador, que no respeta la ecosofía – una filosofía que piensa la ecología social, ambiental y espiritual; más allá de un mundo en la que sólo se destaca ser mejor que los otros y cuyas consecuencias son evidentes.

Al tomar contacto con los transmétodos que propone como forma de pensar el mundo de manera compleja, sin ningún tipo de separación arbitraria entre el conocimiento y sus consecuencias para el mundo, es difícil no querer tomar el mismo camino.

Un camino que, por momentos, parece querer retroceder en la historia, buscando dar voz a los que no fueron escuchados. Personas elocuentes que llegaron a darse cuenta de que el mundo no se resuelve a través de compartimentos, sino a través de la percepción de que todo se relaciona con todo de formas muchas veces imperceptibles.

Con Milagros Elena aprendí a volver, por ejemplo, a Paulo Freire; patrón de la educación brasileña a quien vio poca relevancia en sus enseñanzas sobre la humanidad; con ella, me di cuenta que lo que buscaba como educador, el andariego de la utopía ya había grabado en suelo brasileño. También volvemos a Humberto Maturana y su biología del amor; volvemos a Félix Guattari y Gilles Deleuze cuyos rizomas revelan los enredos de la vida que no se despliegan por la simple linealidad. Volvemos a Edgar Morín y los principios del pensamiento complejo sustentados por la ciencia compartimentada.

Al final, dejamos constancia de lo que no hemos hecho hasta ahora, lo importante que es haber conocido y mantenido lazos de amistad y alianzas de escritura académica/científica/humana con esta persona que nos trae luz a un mundo tan apático.

Notas