Argumentos

Milagros Elena Rodríguez y tres fotografías

Milagros Elena Rodríguez and three photographs

Jairo Portillo Parody
Universidad Oklahoma State University, Estados Unidos

Entretextos

Universidad de La Guajira, Colombia

ISSN: 0123-9333

ISSN-e: 2805-6159

Periodicidad: Semestral

vol. 16, núm. 30, 2022

entretextos@uniguajira.edu.co



DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.6408538

Resumen: Escribo estas líneas no para decir esto, ni para decir aquello, sino para homenajear en vida a Milagros Elena Rodríguez.

Escribo estas líneas no para decir esto, ni para decir aquello, sino para homenajear en vida a Milagros Elena Rodríguez. Tres de sus fotografías me permiten ver su mirada y trazar mis visiones de ellas. Intentaré no usar dos palabras cuando baste una. Foto y ensayo son las dos palabras que busco para agradecer.

Las tres fotografías me las prestó con fe. Nada piden, ni siquiera palabras. Sólo ser tituladas para este ensayo como género de investigación humanístico y de las artes. Las fotografías de Milagros Elena Rodríguez son como parábolas, viendo no vemos y oyendo no entendemos. Sus fotografías son como la poesía no se explican. Al no ser un texto no necesitan un contexto. Se bastan así mismas. Tres de cada tres cuentan toda una historia, pero hay historias que no caben en una, ni en dos ni en tres fotografías. He allí el poder de las palabras que nos amamantan para nombrar al mundo.

La tierra gira para acercarnos
Foto 1
La tierra gira para acercarnos
Milagros Elena Rodríguez

En un impulso contemplativo le pido al Señor que se quede con nosotros porque ya anochece. Y siendo la poesía una de las pocas creencias que nos queda, recito de memoria: Terredad…nombrar a condición tan extraña del hombre en la tierra, de saberse aquí entre dos nadas, la que nos precede y la que nos sigue (Eugenio Montejo en boca y letra de Cadenas; 2011).

El frailejón
Foto 2
El frailejón
Milagros Elena Rodríguez

El páramo andino cumple todos los años con su promesa de florear. Él nos talla a su imagen y semejanza. El frailejón que miramos con disimulo… Esa mata / sirve para el mal / de pecho. // Sí también cura / los dolores del cuerpo: Sí, su flor sirve para la fe. / Es para Dios (Parayma, 2013). Los páramos se están quedando solos. Ya se quedó sin cóndor y pronto sin su último glaciar. Los hilos de agua se secan. El ser humano devora a su madre naturaleza.

Hoy por hoy, la vejez del páramo es la vejez de su gente. La tierra se queda sin yunteros. Sin mano vuelta como compromiso moral. Sin convite y sin cayapa. Sin eucaliptos. Sin trigo. Sobreviven los frailejones como muestra de la misericordia del páramo. Omnipresencia de lo sagrado. Sus pueblos semejan casas muertas. Se trabaja para comer y estar alentao. El hambre somete al cuerpo y arrodilla las ideas. Por estos lados es así.

Milagros Elena Rodríguez lo sabe, yo lo sé. En el páramo se camina con humildad, curiosidad y respeto, para no revelar secretos ajenos en el nombre del arte de investigar. En la montaña se camina en zigzag, cansa menos y nos conectamos con la naturaleza y sus animales de casco. Se respetan las palabras que tocan la tierra…arar, melgar, sembrar, cosechar, agradecer, Andanza terrenal para ganarnos el pan con dignidad y sin dádivas. Mis sueños no tienen tiempo para emigrar. A veces quedarse es ir muy lejos.

Mar de fondo
Foto 3
Mar de fondo
Milagros Elena Rodríguez

¿Los que ven esa llanura temblorosa por primera vez en qué pensarán? El estar aquí sobre la misma tierra, páramo o mar… a la intemperie nos preguntamos: ¿Quién ere, tú sonoro al fondo de mi mismo? (Rojas,1985: 25). Contar y narrar como si la fotografía fueran poemas no solo frases. El horizonte es intuitivo / pero las palmas a la orilla del mar / se sirven té y hablan de los clásicos (Montejo, 2007).

Cuando se observa atentamente una fotografía se escuchan la palabra que nos dicen. Sus aparentes silencios dicen más que los verbos. Su persuasión y verosimilitud cumplen con los protocolos de la investigación científica, humanística y del arte. Por eso cuentan como evidencias. Sin embargo, no ofrecen certezas, regalo que nos dan sus juegos libres de la imaginación. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad. La fotografía tiene que ver con las ideas en un mundo cada día más visual.

En toda escritura hay dos Judas… el de Santiago y el Iscariote. En desequilibrio se tejen y se mezclan. Todo escritor alberga en sí un pantano y un cielo. En el caso de Milagros Elena Hernández sus fotografías enmarcan la prueba de su fe en la vida. No hay personajes que poseen con un libro sin saber leer. Con sus fotografías el ojo se nos llena de imágenes y la lengua de cantares. La naturaleza es su piedra angular, todo se enmarca en ella. Sus encuadres fotográficos habitan en el silencio hasta que la mirada se posa en ellas.

Nos apropiamos del instante, del espacio y de la perspectiva de la cámara. La fotografía crea la ilusión de permanencia en el observador. Aun así, toda fotografía sustituirá el recuerdo. Este homenaje en vida es una piedra para detener el olvido que seremos.

Referencias bibliográficas

Cadenas, R. (2011) “Notas para un estudio” En: Terredad. Eugenio Montejo, pp.7-11. Mérida. Ediciones Actual.

Montejo, E. (2011). Terredad. Mérida. Ediciones Actual.

Parayma, P. (2013). Antología Poética. Mérida. Ediciones Actual.

Rojas, A. (1985). El Dios de la Intemperie. Caracas. Editorial Arte.

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